14.5.09

Hello, my name is...

Es una auténtica desgracia tener un nombre compuesto… y más aún cuando eres de España donde, además de tener dos apellidos, no sé por qué, a finales de los 80 les dio a las madres y padres de por entonces por poner nombres compuestos y enrevesados a sus hijos, en un acto inconsciente de las consecuencias que esto les acarrearía.

En España los profesores pasan de aprenderse mi nombre y optan por el apellido, más corto, más efectivo y original. (En alguna ocasión me han dicho, y cito: “Giner, sé que tienes un nombre compuesto pero ahora no me acuerdo… ¿podrías continuar, por favor?) Sin palabras.

Ya he pasado un año en Alemania en el que me han llamado de todo (en el buen sentido, que los alemanes son muy educados). He sido Guan, Pegro, Guanpe, Huan, Huan Perro, Guinah (de Giner), Guiner, etc.

Tuve el mismo problema cuando me fui un mes a Minnesota que solucioné rápidamente al decir a todo el mundo como me llamaba (Juan Pedro) y tras la cara de extrañeza decía que me podían llamar JP (Jay Pe). En esta ocasión tenía pase, era para un mes, mi nombre es complejo y no me importaba, pero uno o dos años en California no es lo mismo y preferiría que no me conociesen por las iniciales...

Sin embargo el caso se vuelve más serio a la hora de rellenar un precioso y complejo formulario de permiso de visado J2 en el que aparece:

Name:

Middle Name:

Surname:

Entonces… ¿cómo le explico yo a esta gente que tengo dos names, que no tengo middle name y que mi surname en realidad son dos? Pues nada, no lo haces, lo metes como puedes y si cuela, cuela… ¿que luego hay problemas? A ti que te registren...